¡Adorable! Dos bebes nacen en el mismo hospital y son llamados "Romeo y Julieta"

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El amor es algo maravilloso que nos hace experimentar un sin fin de emociones: alegría, tristeza, dicha, rabia y más. Y es sorprendente cómo el amor es capaz de unir a dos personas de tal manera que hace que las cosas más inverosímiles se hagan realidad.

Lamentablemente, no todas las historias de amor están hechas para durar por siempre, algunas simplemente causan dolor y lágrimas a las partes. Aunque, de alguna u otra forma, las ayuda a ser más fuertes y a encontrar a la persona que realmente esté destinada a ser junto a ellas.

Hoy queremos contarte una historia sorprendente de dos antiguos amantes que, aunque tomaron direcciones opuestas y tuvieron vidas separadas, el destino los volvió a unir cuando sus hijos nacieron y fueron llamados como los protagonistas de la historia de amor más popular de todos los tiempos.

Conoce la sorprendente historia de Christine y Liam.

Una pareja que se conoció en la preparatoria y que cayeron perdidamente enamorados aún cuando sabían que su amor era imposible. Y es que la vida de Liam ya estaba planeada, él debía casarse con una mujer que su madre aprobara y, lamentablemente, esa no era Christine.

Sin embargo, Christine se conformó en ser la "tercera".

Esa que siempre estaba para escucharlo, la que le daba su mano cuando caía, quien ofrecía su hombro cuando él necesitaba llorar y con la que podía ser simplemente él sin tener que fingir. 

A pesar de que Christine parecía ser la chica perfecta para Liam, él jamás tuvo el valor para estar junto a ella.

Así que el par pasó años viviendo en silencio, suspirando a escondidas y fingiendo ser buenos amigos.

Cuando ambos sabían que se amaban a morir.

Y es que no había necesidad de decir nada, la forma en que se cuidaban el uno al otro lo decía todo.

Por su parte, Christine trató de soportar la soledad conformándose con el poco tiempo que Liam podía ofrecerle.

Pero aún así no podía parar de llorar aquellos días en los que sólo necesitaba la compañía de su amado.

Cuatro años pasaron y ya la situación no podía alargarse.

Liam mantenía una relación con otra mujer que cada vez se hacía más formal, así que Christine decidió despedirse del hombre al que amaba para darse una oportunidad de una vida feliz.

Él reconocía que su corazón pertenecía a Christine, pero la presión de sus padres lo derrotó. 

Así que prefirió renunciar a su amada para tener una esposa que enorgulleciera a su familia.

Entonces, la noche antes del matrimonio, Liam decidió pasar sus últimos momentos de soltería junto a Christine.

Así que ambos acordaron reunirse por última vez.

Su despedida fue tan sencilla como romántica.

Christine preparó la pasta que él adoraba, él llevó una botella de vino y al son de sus canciones favoritas, estos amantes se desnudaron y pasaron su última noche juntos.

En la mañana siguiente, mientras seguían tendidos en la cama, ambos empezaron a pensar cómo habrían sido sus vidas si hubieran estado juntos.

Fue entonces cuando decidieron hacer una promesa, si él tenía una hija le pondría Julieta y ella le pondría Romeo a su hijo. Y con un beso de despedida, cerraron el trato.

Luego de unos años, Christine encontró el amor y se casó.

Sin embargo, ella jamás logró olvidar a su amor adolescente. Y lo mismo ocurría con Liam, quién no podía dejar de pensar en Christine.

Cinco años después, la vida les dio una enorme sorpresa a ambos.

Una mañana, Christine comenzó a sentir dolores de parto y fue llevada a un hospital. Mientras que, al otro lado del hospital, Liam recibía una llamada de su esposa anunciándole que su bebé estaba a punto de nacer.

Por fortuna, todo salió bien para Christine.

Luego de haber tenido un parto natural, ella conoció a su hijo, el cual llamó Romeo. Cumpliendo de esa manera con su promesa. Más tarde, una enfermera llevó al bebé al cunero para que la madre descansara.

Del otro lado del mismo hospital, la esposa de Liam tenía complicaciones con el parto.

El cordón umbilical se había enredado, por lo que tuvieron que practicarle a la madre una cesárea de emergencia. Pero luego de horas de trabajo, una hermosa bebita llegó y fue llamada Julieta. Igualmente, la bebé fue llevada al cunero para que la madre descansara.

Como toda madre entusiasmada, Christine había contratado a una fotógrafa para que capturara el nacimiento de su hijo.

Y fue ella la que se percató que exactamente al lado del pequeño Romeo había a una niña llamada Julieta. Dado que el hecho le pareció tan dulce, fue corriendo a contarle a los padres.

Christine sentía que su corazón acababa de darle un vuelco.

No era posible tanta coincidencia. Mientras caminaba lentamente hacia el cunero, vio la figura de un hombre. ¿Era posible? ¡Con lágrimas en sus ojos, ambos se reconocieron!

A pesar de las circunstancias, ahí estaban ellos, dando honor a su amor, cumpliendo esa promesa de tantos años atrás.

Luego de intercambiar algunas palabras, estos amantes se separaron, tomando nuevamente direcciones opuestas.

Y tú, ¿qué opinas sobre esta historia?

¿Crees que fue una coincidencia o todo se trató del destino? Déjanos tu respuesta en los COMENTARIOS y COMPARTE esta sorprendente historia con tus amigos.

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