7 Escalofriantes y enfermizos hábitos que tuvieron los antiguos monarcas del mundo

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Cuando estudiamos el pasado y leemos sobre los antiguos gobernantes que existieron alrededor del mundo, nos imaginamos a personas inteligentes, con buenos modales y grandes costumbres, algo bastante similar a la realeza de nuestros días, donde la Reina Isabel II nos enseña toda la gloria y gracia que hay detrás de la corona.

Sin embargo, nuestra idea no prodía estar más alejada de la realidad. Y es que resulta que los antiguos monarcas tenían algunos hábitos y costumbres bastante peculiares, que hoy en día logran horrorizarnos. Desde coleccionar vello íntimo hasta dormir con cadáveres, son algunas de las cosas que los gobernantes del pasado hicieron y que en la actualidad parece algo que sólo veríamos en una película.

A continuación compartimos un listado de los 7 hábitos más enfermizos que esos reyes tuvieron. ¡Estamos seguros que quedarás tan sorprendido como nosotros al leer esta lista! No olvides COMPARTIR esta nota con tus amigos y déjanos en los COMENTARIOS tu opinión al respecto.

A pesar de ser admirados por miles de personas y de contar con la mejor "educación" de ese entonces.

Los reyes de los que te hablaremos a continuación eran consideradas personas perturbadas con gustos y deseos bastante enfermizos, que incluso en aquella época resultaban repulsivos.

Jamás volverás a ver a la realeza con los mismos ojos al enterarte de las espeluznantes cosas que hicieron estos monarcas.

¿Qué nos podría estar ocultando la familia real de la actualidad? ¿Crees que hará alguna de las cosas que leerás más adelante? ¡Déjanos tus respuesta en los COMENTARIOS!

1. Le gustaba masturbarse en exceso y se excitaba con ver a su madre.

Todos estamos familiarizado con la "masturbación" e incluso en aquella época resultaba normal hasta cierto punto. Sin embargo, el soberano Cristián VII de Dinamarca llevaba esa práctica a otro nivel, pues lo hacía diariamente y a veces ese deseo de "auto-satisfacerse" le impedía gobernar adecuadamente.

Su ansiedad era tanta, que en las reuniones del gobierno danés se discutió sobre alguna forma sensata de controlar ese enfermizo deseo de Cristián VII.

En sus etapas más críticas, el soberano se tocaba sus parte mientras veía a su madre bañarse. ¡Al final nada puro curar ese "mal" que atormentaba al rey!

2. Dormir con el corazón de su difunto esposo.

La reina María Leonor de Brandeburgo, llegó a convertir -literalmente- el corazón de su esposo en su amuleto más preciado. Cuando el esposo de María falleció, esta mujer decidió sacarle el corazón y guardarlo en una caja hecha de oro.

Lo más espeluznante de todo, es que la reina obligó a su hija a hablarle a esa caja como si se tratara de su padre.

No siendo suficiente, también dormía con aquella reliquia. Así de enfermizo fue su amor por su marido.

3. Adoraba los pies pequeños.

El rey Sejong de Corea, sigue siendo famoso por haber levantado su nación económicamente, gracias a su sorprendente bondad y astucia para gobernar, no obstante, él ocultó una extraña fijación.

De acuerdo a varios escritos antiguos, el rey coreano amaba los pies pequeños, debido a eso mandó a diseñar unos incómodos zapatos que impedían el crecimiento del piel.

Esos zapatos se convirtieron en la mayor tortura de las señoritas de aquella época.

4. Irse a la cama con un cadáver.

La reina Juana I de Castilla consideraba a su esposo, Felipe "el hermoso", tan perfecto y apuesto, que luego del fallecimiento del rey, decidió conservar el cadáver para toda la eternidad.

De hecho, ella impidió que enterraran el cuerpo y ordenó que lo dejaran en la habitación real, donde dormía con él todas las noches.

Igualmente, prohibió que ninguna mujer entrara a la habitación y viera el "hermoso" cuerpo de su marido. Debido a esa extraña obsesión, esta reina fue apodada como "Juana la loca".

5. Coleccionaba imágenes con contenido para adultos.

El rey Faruk de Egipto tenía una extraña atracción por los jóvenes de su mismo género y su obsesión llegó a tal punto que se encargó de recolectar y coleccionar imágenes con contenido para adultos.

Su colección era tan abismal, que llegó a llenar almacenes alrededor del mundo con esos retratos.

No siendo suficiente, este rey también era cleptómano.

6. Coleccionista de vello íntimo.

El rey Carlos II tenía una costumbre bastante peculiar: durante sus encuentros con mujeres, este soberano solía arrancarles unos cuantos vellos de la parte íntima de sus féminas.

Su obsesión lo llevó a recolectar tanto vello que logró armar una peluca, la cual donó a un club de bebedores llamado "Beggar Benison".

Donde la conservaron y convirtieron en un símbolo del establecimiento. ¿Pueden imaginarse una peluca como esa? ¡Qué asqueroso!

7. Le ordenaba a otros que limpiaran sus desechos.

Entre los reyes más excéntricos que han existido en el mundo se encuentra el rey Enrique VIII de Inglaterra, quien durante su mandato inventó un cargo honorífico que llamó como "hombre taburete", el cual estamos seguros que no te gustaría desempeñar.

En sí, el trabajo consistía en acompañar al rey al baño para quitarle sus prendas y limpiar sus desechos fecales.

Y este trabajo estaba tan "lleno de honor" que sólo los hijos de los miembros de la alta sociedad o pertenecientes a la nobleza podían optar a conseguirlo.

Y tú, ¿qué opinas sobre estas extrañas costumbres reales?

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