Una mujer relata el drama de lo que las bebidas energéticas le hicieron a su esposo

Una mujer relata el drama de lo que las bebidas energéticas le hicieron a su esposo1.2kshares

Para muchos de nosotros las bebidas energéticas es la única manera de lograr mantenernos despiertos cuando estamos recargados de trabajo o de materia que estudiar, sin embargo no existe mucha información disponible acerca de cómo toda esa cafeína, taurina y azúcar afecta el funcionamiento de nuestro cuerpo.

Hace tan sólo unos meses, una adolescente murió en Carolina Del Sur por una sobredosis de cafeína causada por una ingesta excesiva de este tipo de bebidas.

Ahora un padre llamado Austin se escapó por muy poco de la muerte luego de sufrir un terrible accidente cerebrovascular a a causa de su hábito de consumir grandes cantidades bebidas azucaradas con alto contenido de cafeína durante varios meses, como medida para lidiar con su sobrecargado ritmo de trabajo.

Su esposa Brianna, quien se encontraba a sólo semanas de dar a luz al primer hijo de la pareja compartió la dramática historia en Facebook acompañada por hermosas pero fuertes imágenes de la mano de la fotografa Sara Enders.

Una madre primeriza ha decidido revelar la historia de cómo las bebidas energéticas casi le quitan la vida a su esposo

“Hola, me llamo Brianna, y esta es mi historia…

El amor no está en las pequeñas cosas. No está en las citas, en las llamadas, ni siquiera en los recuerdos. El amor es saber que sacrificarías cosas que ni siquiera sabías que podías sacrificar. El amor es abnegado..."

"¿Has sentido alguna vez tu vida a punto de derrumbarse?" Prosigue Brianna

"¿Has sido golpeada con tanta agitación emocional hasta tal punto en que todo a tu alrededor se vuelve confuso? Se te agarrotan los pulmones y por un segundo, no puedes hacer nada. No puedes moverte, pensar o reaccionar. A mi me ha pasado. Experimenté algo que nunca pensé que me pasaría… mientras estaba embarazada de 9 meses con mi primer hijo."

"Se supone que estar embarazada es algo increíble"

"Creas nueva vida. Sientes amor incondicional por alguien a quien ni conoces. Austin y yo estábamos emocionados por conocer a nuestro pequeño. Por llevarlo a casa y ser una familia.”

Austin había empezado a tomar bebidas energéticas para lidiar con su copada rutina laboral

“Nunca imaginé cuando me fui a dormir ese día que mi mundo se haría pedazos en unas horas.

Recuerdo a mi suegra despertándome y diciéndome que Austin había tenido un accidente. Solo sabía que mi marido estaba en el hospital, pero lo peor es que no sabía por qué.

Tras conducir 2 horas hasta el hospital, supe que mi marido, el padre de mi hijo, la persona que amo, había sufrido una hemorragia cerebral. Los doctores concluyeron (tras hacerle varias pruebas) que el causante fue el reciente consumo excesivo de bebidas energéticas (un hábito que adquirió cuando empezó a trabajar en turnos más largos y tener que ir más lejos a trabajar).

Ya estaba en cirugía… tras esperar 5 horas, pudimos verle. Mientras todos se fijaban en su cara casi irreconocible, enganchado a tubos y máquinas, yo solo vi a sus padres. Vi la luz abandonar los ojos de su madre cuando vio a su hijo ahí tumbado. Vi a su padre romper a llorar mientras abrazaba a su esposa. No sabían si su hijo se despertaría.

Ver a esta familia, mi nueva familia, de la que era ahora parte, y a quienes quería, tan destrozada y hecha polvo… es lo peor que haya sentido nunca.”

Luego de su hemorragia cerebral y las múltiples cirugías, Austin quedó con un gigantesco defecto óseo en la parte frontal de su cráneo

“Al día siguiente le volvieron a operar. Tras esto hubo ataques, convulsiones, hinchazón y otras cosas para las que no estábamos preparados.

Hubo un momento, cuando estaba sentada junto a su cama rezando para que estuviera bien, que supe que no me rendiría. Nuestra vida se volvería un desastre, pero iba a estar a su lado a pesar de todo.

Tras 2 semanas de vivir en el hospital sin saber si sobreviviría, volvimos a casa. Había llegado mi hora de dar a luz.”

Con Austin aún recuperándose, Brianna tuvo que enfrentarse con el alumbramiento de su primer hijo

“No voy a mentir, fue muy duro. Había planeado que Austin formara parte de este momento, que estuviera a mi lado dando la mano y cortando el cordón, para dar la bienvenida a nuestro hijo. Sin él, no estaba bien…

Pero ocurrió un hermoso milagro cuando di a luz. Austin despertó. Pasé una semana sin verlo, pero pensaba en él cada día. Lloraba cuando miraba a mi hijo, que se parecía a su padre.

Cuando el bebé sólo tenía una semana, lo dejé con mis suegros. Necesitaba ver a Austin y decirle que había llegado el bebé. Que lo necesitábamos.”

Pero milagrosamente Austin despertó y pudo conocer a su hijo 2 meses más tarde

“Pasaron las semanas. Fuimos tras de él por todo el estado mientras le operaban y practicaban procedimientos en él. Lo veía cuando tenía oportunidad.

Cuando tenía poco más de 2 meses, nuestro hijo al fin conoció a su padre. No sabía si llegaría ese día, pero al fin volví a ser feliz.

Un tiempo después, pudo volver a casa conmigo. Nuestra vida no es normal. Hay viajes al hospital y visitas de médicos, tantas que he perdido la cuenta. Pero aquí estamos. Luchando.”

Ahora Brianna debe cuidar no sólo a su hijo recién nacido sino también de su esposo, discapacitado permanentemente

“Me despierto cada día para cuidar de nuestro niño precioso y de mi marido. Preparo las comidas, hago terapia física, del habla y ocupacional. Le ayudo con su higiene personal, y a caminar. Le ayudo con cada aspecto de su vida.”

Estas fotografías tomadas por Sara Endres, captan la belleza y el dolor de esta joven familia

“Y además de estas tareas, cuido de nuestro hijo de 8 meses. Es muy duro y estoy cansada, pero logramos sacar el mejor partido que podemos.”

Esta historia es desgarradora pero también es prueba de que existe el amor verdadero

“Él ya no es el hombre del que me enamoré, pero le quiero más cada día. Luchamos para ayudarle a recuperarse. Para mejorar su vida. Un día lo conseguiremos.

Hasta entonces, no me rendiré. Porque el amor es abnegado y lo quiero más que a la vida misma.”

¿Deberían nombrarse más los riesgos asociados a las bebidas energéticas?

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