Mujeres en peligro andando solas; Secuestradores fingen tener una relación con sus víctima

Mujeres en peligro andando solas; Secuestradores fingen tener una relación con sus víctima414shares

Si eres mujer y vives en unan ciudad grande, más te vale tener cuidado si sales sola a la calle. Resulta que en los últimos dos meses, varias mujeres en el mundo  han estado denunciando hechos que podrían dejarte con la sangre helada. Estas mujeres cuentan cómo casi fueron raptadas por hombres que fingen ser sus novios y recrean una "pelea de pareja" en la vía pública para que nadie intervenga.

En el blog @PlumasAtómicas se compartieron las historias de 3 chicas que lograron frustrar a sus secuestradores, pero que relatan que actuaron de una manera muy similar. Luego de que sus historias se volvieran tendencia, otras mujeres decidieron compartir sus terribles experiencias de "novios secuestradores" en otros estados del país...

¡Sigue desplazándote para saber más al respecto!

Esto no solo ocurre en México, sino en todo el mundo, por eso, COMPARTE esta información y alerta a tus amigas y conocidas. Tampoco olvides dejarnos tu opinión en los COMENTARIOS, aquí en Buenamente.com nos encantaría conocerla.

Si ves a una mujer rogar por ayuda en la vía pública, nunca la ignores

Aunque parezca que esté peleando con su pareja o que la situación parezca más un drama de la chica, eso no es motivo para abandonar a una mujer que necesita ayuda. Ya que podría ser víctima de un ingenioso intento de secuestro.

Esto le ocurrió a una chica llamada Diana en México

El 30 de agosto, en el Centro Santa Fe, Diana fue interceptada por un hombre de buena apariencia cuando salía de una tienda de ropa. Lo más insólito de todo es que el hombre le hablaba como si la conociera, mientras intentaba llevársela a la fuerza.

"Me zafé y entonces me abrazó y me cargó mientras yo gritaba histéricamente que me soltara", cuenta Diana

"Pataleaba y le pegaba, mientras veía que toda la gente nos miraba y no hacía nada, pues el tipo actuaba como si me conociera".

"Un policía de seguridad de la plaza se acercó y adivinen a que... se acercó a él a preguntarle: ‘¿todo bien, caballero?’, aun cuando yo gritaba que no lo conocía"

"El tipo dijo: ‘lo siento mucho, es mi pareja y está molesta haciendo un drama, pero ya salimos para que no haya más problema, no se preocupe’".

Así fue como el completo desconocido llevó a la chica hasta el estacionamiento

Allí, ella vio a un par de chicos caminar y, con lágrimas en sus ojos, les pidió ayuda desesperadamente. ¡Por fortuna, estos chicos sí acudieron a su rescate!

"Me preguntaron si todo estaba bien y casi llorando les dije que no lo conocía, que me ayudaran"

"Así que comenzaron a discutir con el tipo mientras él contestaba tranquilo: ‘lo siento mucho, ella es mi pareja, solo que está molesta, ya saben cómo son, pero es asunto de dos’, a lo que uno de ellos contestó que aunque fuera su pareja si no quería irme con él, no tenía porqué obligarme. Llegamos al punto en el que los chicos, y tres jóvenes más que se acercaron, me jalaron del tipo hasta separarnos".

"El hombre dijo con toda la tranquilidad del mundo: ‘está bien, si eso deseas, vete, mañana que se te pase el coraje te llamo y platicamos tranquilamente. ¡Cuídate!’"

"Les conté todo a los chicos, les dije que no lo conocía, que me interceptó afuera de la tienda. Me dijeron: ‘está bien, entonces vámonos porque te está esperando’. El tipo desde afuera fumaba un cigarro y tenían una mano en el bolsillo, mientras nos miraba. Me metí, me acompañaron un rato, me hicieron preguntas, se aseguraron de que estuviera a salvo y se fueron".

Así fue como esta chica pudo llegar sana y salva a su casa y espera que su experiencia pueda prevenir a otras mujeres:

"Quienes me conocen saben que no soy una mujer dejada ni indefensa, casi siempre reacciono con violencia y no fue la excepción, simplemente me superaba en estatura, peso y fuerza".

"Es un profesional, actuó todo el tiempo con naturalidad y tranquilidad, se veía decente y sabía qué decir y cómo manejar la situación"

"La indiferencia de la gente ante la situación es lo más alarmante de todo: era un lugar público y a una hora concurrida".

Por suerte, estos dos chicos siguieron su sentido común y notaron que algo no iba bien

Ya que, aunque fuese su pareja, era claro que ella no deseaba ir con él y eso debía ser suficiente para que cualquier persona viniera a su rescate.

Desde entonces, el número de casos con esta clase de procedimientos se ha multiplicado

Otro caso más reciente fue el de Karina, una chica que fue interceptada a las afueras del Metro Constitución, en la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México, por un hombre que la intentó subir a su vehículo.

"Eran las 8:15 y buscaba un taxi pues tenía un dolor de cabeza y quería llegar pronto a mi casa", cuenta Karina

"Estaba en la calzada Ermita Iztapalapa cuando una camioneta se acercó y el conductor se ofreció a llevarme. Se bajó un tipo de aproximadamente 25 años y 1,75 de estatura, complexión delgada, tez morena y bien vestido. Me hablaba como si fuera su pareja y me insistía que me subiera a la camioneta".

"Hizo parecer que era una pelea de pareja. Varios transeúntes se detuvieron a mirar pero ninguno hizo algo por ayudarme"

"Toda la gente pasaba y tomaba la situación como algo normal, me ignoraban o simplemente lo tomaban con morbo. Me zafé porque se acercó un policía, pero no fue gracias a él: quería que el tipo moviera el coche pues estaba en un lugar prohibido. Eso sí, de lo demás me advirtió que no era su labor ‘resolver problemas de novios’ y que ‘cuando hay pleitos, todas desconocen a su pareja’".

El tercer caso le sucedió a una chica llamada Jooss, mientras viajaba en la estación Tasqueña del metro, al sur de Ciudad de México

Cuando un desconocido la abordó por detrás y le ordenó que caminara, mientras discutía con ella como si fuese su pareja.

"Me metió a los andenes del tren ligero y empezó a hablar en voz alta, diciéndome: ‘ya no te enojes, mi amor, deja de hacer berrinches’"

"Una señora que venía a mi lado trataba de verme la cara, pero él hizo presión en mi cuello para que mantuviera la cabeza abajo. Cuando él me jaló empecé a decir que no lo conocía, que me soltara y empecé a gritar".

"La señora me jaló hacia ella y él se bajó dos estaciones después. Le dije al policía que él me venía siguiendo desde no sé dónde y en Tasqueña empezó todo"

Los tres intentos de secuestro ocurrieron en la Ciudad de México y tienen exactamente el mismo modus operandi: hombres que fingen tener una relación con la víctima para que las personas piensen que se trata de una "pelea de pareja" y así no intervengan.

Al respecto, la psicóloga Liliana Herrera comenta que estos casos evidencian la normalización del maltrato a las mujeres en México:

"Es una escena de poder en la que el hombre aparenta ser una persona ‘racional’ y ‘en control’. Los testigos, también llamados ‘espectadores pasivos’, no actúan porque se normaliza la creencia de que los pleitos de pareja ‘son cosa de dos’ y ‘no hay que meterse, que lo arreglen ellos’. Se tiende a imaginar situaciones ficticias como: ‘seguramente ella miente y dice que no lo conoce para alejarse’".

"Las historias de intento de secuestro con la misma táctica, tan bien planeada y sin escrúpulos, se han repetido no solo en el centro del país, sino también en otras ciudades de la República"

"Busca empatía y solidaridad en tu juicio ante cualquiera de estas escenas, podría ser una historia que se cuenta gracias a que nadie pasó de largo y ayudó", concluye la doctora.

Y tú, ¿qué opinas sobre estos casos?

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