La costumbre de colocar papel higiénico en un baño público resultó ser ¡un completo error!

La costumbre de colocar papel higiénico en un baño público resultó ser ¡un completo error!0shares

Ir al baño fuera de casa para la mayoría suele ser una de las experiencias más aterradoras del mundo. Únicamente de imaginar todas las personas que han podido haber pasado por allí, sus hábitos de higiene, las enfermedades que puedan tener, entre otras cosas, hacen que tratemos de evitarlo a toda costa. A pesar de ello, en ocasiones se hace imposible, por lo cual no nos queda más remedio que pasar por ese calvario.

Obviamente, eso no quiere decir que no procuremos tomar la mayor cantidad de precauciones posibles para no contagiarnos de ningún gérmen o bacteria que pueda poner en riesgo nuestra salud, siendo una de las medidas más empleadas para eso el uso del papel higiénico sobre la tapa del inodoro para "forrarla", evitando todo contacto con dicha superficie en la cual todos los que entran se sientan sobre ella.

Sin embargo, ¿alguna vez te ha entrado curiosidad por saber si realmente eso funciona? Aquí en Buenamente.com sí y por eso hemos hecho cierta investigación que nos ha confirmado una temible verdad: ¡no funciona en lo absoluto! Es más, contrario a lo que pudieses pensar, es mucho más riesgoso que sentarse sobre la tapa. ¿Por qué ocurre esto? Entérate a continuación sobre lo que dicen los especialistas al respecto. De ahora en adelante, tu vida no será la misma o, al menos, tus visitas a baños públicos.

Por más que tratemos de evitarlo, alguna vez hemos tenido que visitar un baño público.

De sólo pensar la cantidad de personas que llegan allí a hacer sus necesidades es algo que le quitaría las ganas a cualquiera. Sin embargo, a veces es inevitable y por eso procuramos tomar las mayores medidas de seguridad posibles.

En esas ocasiones, lo primero que se nos viene a la mente es asegurar el inodoro.

Soportar nuestro peso suspendido mientras hacemos pis es sumamente complicado, incluso peor que hacer sentadillas, así que buscamos la manera de sentarnos procurando el menor contacto posible con la superficie de la tapa del inodoro.

Y ¿cuál es la primera cosa que se te viene a la mente?

Algo que parece totalmente obvio: ¡forrar todo el asiento con papel higiénico! La lógica dice que esto debe crear una barrera lo suficientemente segura para que ninguna de las bacterias que pudiesen estar sobre ésta se adhieran a tu piel.

Hasta ahora no te ha ido nada mal haciendo eso, ¿verdad?

Ni tampoco a alguien cercano que conozcas. Sin embargo, ¿te has preguntado si esta práctica es realmente segura?

Pues la ciencia sí lo hizo, llegando a una conclusión impresionante.

Si dijiste que es un error, ¡estás en lo cierto!

¡El papel higiénico no nos protege de los gérmenes!

Así mismo como lo lees. Resulta ser que el diseño de la tapa del inodoro es ideal para repeler todo tipo de bacterias que puedan entrar en contacto con él.

Eso no es lo peor, sino que el papel higiénico sí está cargado de todos estos agentes nocivos.

Cuando halamos la cadena, el flujo del agua esparce por el aire hacia todos los alrededores infinidad de bacterias y gérmenes, los cuáles se alojan en cualquier cosa que encuentre, y ¿quién está justamente allí? Nuestro antiguo héroe: el papel higiénico.

¡Hemos estado cometiendo el mismo error TODA LA VIDA!

El papel es un material ideal para la proliferación de agentes transmisores de enfermedades; de allí que sea uno de sus reservorios favoritos.

De hecho, cualquier cosa alrededor del inodoro (menos la tapa) está contaminado.

El pomo de la puerta, paredes, piso, secador de manos, hasta la misma cadena... Todo menos la tapa del inodoro debido a que su material y diseño no lo permiten. ¡Quién lo hubiese podido imaginar!

El secador de manos también contribuye al esparcimientos de las bacterias.

Con la gran presión del aire, liberan todas las que puedan haber quedado sobre nuestras manos, distribuyéndolas indiscriminadamente por todas partes.

Entonces, ¿cuál es la forma más recomendada para usar un baño público?

En primer lugar, siéntate con confianza sobre la tapa del inodoro.

Siempre y cuando esté seca; de no ser así, límpiala con alguna toalla que hayas llevado tú mismo.

Es importante que lleves tus propias toallas o pañuelos para asearte.

Es la única manera en que puedas evitar el contacto con las bacterias de las otras personas que se han esparcido por todo el lugar.

Lávate las manos una vez hayas terminado.

Con abundante agua y jabón, secándote con tus propias toallas.

Baja la tapa antes de tirar de la cadena.

Así evitarás que todas esos gérmenes salgan volando por allí.

Además, evita por completo el uso del secador de manos.

Recuerda que allí también se alojan los gérmenes.

Como vez, el hecho de que mucha gente lo haga no quiere decir que sea lo mejor.

Te sorprenderá saber que hace poco más de 15 años, unos investigadores realizaron una encuesta sobre este tema incluyendo la opinión de 528 pacientes recluidos en una clínica, y los resultados indicaron que apenas un 2% de ellos se animaba a sentarse sobre la tapa del inodoro. Por otro lado, el 12% admitió colocar papel sobre ella, y el 85% dijo que evitaba por todos los medios tocarla, sin detallar qué medidas usaba.

Infórmate para que puedas protegerte adecuadamente.

Así que, la próxima vez que tengas inevitablemente que usar un baño público, podrás tener una experiencia mucho más tranquila.

¿Qué te parece esta increíble revelación científica? COMENTA y COMPARTE esta interesante información con todos tus amigos para que tomen sus respectivas previsiones.

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