Herculine Barbin: La trágica historia de un hermafrodita en la Francia del siglo XIX

Herculine Barbin: La trágica historia de un hermafrodita en la Francia del siglo XIX78shares

En el mundo actual es mucho lo que se ha logrado en la mayoría de las sociedades en términos de tolerancia y respeto a las diferencias individuales, incluso en un tema que genera tanta controversia y opiniones encontradas como el de la identidad sexual y de género.

Sin embargo a pesar de las evidencias médicas y científicas que demuestran que existen condiciones hereditarias que pueden causar que una persona no se sienta identificada con el sexo en sus genitales, los transexuales aún enfrentan prejuicios y rechazos de muchas personas, sobre todo, en las culturas más conservadoras.

Pero esto era incluso peor en la Europa del siglo XIX, en donde tal condición era tan mal vista que generaba el rechazo casi total de la comunidad. Tal es el caso de Herculine Barbin, quien era hermafrodita (tenía genitales tanto masculinos como femeninos) y que fue tan incomprendida en la época, que su conflicto terminó por llevarla a la tumba.

Herculine Barbin fue una joven que nació  en Francia en el siglo XIX

Nació en el seno de una familia muy pobre en Saint-Jean-d'Angély, Francia, en 1838 y recibió el nombre de Alexina. Cuando contaba con 11 años, su madre le consiguió una beca para estudiar en el convento de las hermanas Ursulinas.

Ella creció en una familia muy pobre

Pasó la mayor parte de su juventud realizado diversos trabajos para las familias más acaudaladas de su pueblo durante los veranos en los que que no estaba asistiendo a la escuela. Así podía ayudar a su madre a cubrir los gastos de la casa

Disfrutó de una vida bastante tranquila durante su juventud

Creció como cualquier chica, junto a amigas y profesoras en la escuela del convento, pero poco a poco comenzó a ver que ella era un poco "diferente" a sus otras compañeras de clase.

Según lo que cuenta en sus memorias, en el colegio de Ursulinas se enamoró de la hija de un consejero de la Corte real, llamada Lea

Quien más tarde murió de tifus. No creía que pudiera gustarle, pero se colaba en la habitación de su amiga y solían castigarla por eso. 

Acabó sus estudios y la preparación para tomar la Comunión en el convento en 1856

Esto lo hizo en el convento de las Ursulinas gracias a la beca de estudios que mantenía en esta escuela.

En esta época comienza su preparación para entrar a estudiar en la Escuela Normal y conseguir el diploma de institutriz

Presentó el examen de acceso a la institución, el cual aprobó de forma sobresaliente.

 Allí notó la distancia física con sus compañeras, aunque había pasado la pubertad, no tenía la menstruación

 su pecho era plano y se afeitaba el bigote, la barba y los brazos.

Intimó con una compañera llamada Thécla, quién era un año mayor que ella, y las solían llamar "las inseparables"

Cabe destacar que este tipo de relaciones estaban más que prohibidas en la época en que Herculine vivió.

También mantuvo una estrecha relación con su maestra, la hermana Marie-des-Anges

Es con esta profesora que ella realmente descubre sus predilección por el sexo femenino

Consigue el diploma de institutriz, quedando en la primera posición de la lista

Y en 1857, con 19 años, recibió un puesto como institutriz ayudante en una escuela femenina regentada por unas hermanas.

Allí se enamoró de otra profesora, Sara, que era un año menor que ella, con quién tuvo un romance

Herculine afirma que lo que sentía por ella no era amistad, sino verdadera pasión. Tenían que adoptar una actitud reservada para mantener su relación en la sombra.

La madre de Sara alertó a su hija de que existían convenciones que aún entre muchachas era preciso observar

Se acusaba a Herculine de abrazar y  besar demasiado y muy a menudo a Sara.

Al asistir a un retiro espiritual para ex-alumnas que se iba a celebrar en su antigua escuela, Herculine se confesó ante un cura

La recomendación de este fue que ingresase en un convento femenino, que se retirara de la vida pública, pero sin volver a mencionar a nadie aquella confesión, de lo contrario, no la aceptarían en ningún convento. Aquel consejo no satisfizo del todo a Herculine, la vida monacal no era de su agrado.

Regresó al pensionado femenino, con Sara, y reanudó la relación que nunca se había detenido realmente 

Ellas se enviaron correspondencia durante el retiro espiritual que Herculine mantuvo, es allí cuando comienza Herculine a sentir algunos intensos dolores que inquietan a Sara  e insiste en que debe acudir al médico.

Cuando tenía 21 años apareció el extraño dolor en su abdomen 

Su amante la llevó a un centro médico, cuando el especialista la examinó se llevó una gran sorpresa.

Por lo que cuenta, el médico se sorprendió con lo que vio en la auscultación, pero no emitió ningún diagnóstico

Pese a sospechar que había alguna anomalía, se limitó a decirle a la madre de Sara que Herculine debía abandonar el lugar cuanto antes. 

Herculine parecía bastante enfadada con este hecho, llegando a afirmar que el deber del médico le obligaba a haber mantenido otra línea de conducta, en vez de espantarse

El mismo reproche le hizo a la madre de Sara, que se limitó a alejar a aquel médico de la casa porque en el fondo no quería aceptar las insinuaciones que este le había hecho sobre el cuerpo de Herculine

Ella se despidió de Sara sin comunicarle sus futuros proyectos. Pero al volver a su casa se encontró con una situación también difícil

Su madre y su benefactor estaban preocupados por ella, la veían triste y esperaban una explicación que no llegó, a pesar de la insistencia de su madre.

Fue a confesarse con el obispo de La Rochelle J-F. Landriot, quién gozaba de gran fama para la época

Así que al acabar la misa se dirigió al confesionario, le contó toda su historia y este le sugirió ver a un médico amigo suyo.

Este le pidió romper el secreto de confesión para solicitar un examen médico 

El doctor Chesnet realizó el examen en 1860 y descubrió que Barbin tenía una pequeña vagina, un cuerpo masculino con un pequeño pene y testículos dentro del cuerpo.

El médico le revelo a Herculine que había nacido con ambos órganos genitales, tanto masculinos como femeninos

A esta condición médica se le llama hermafroditismo verdadero, una condición intersexual en la que un individuo nace con tejido ovárico y testicular.

Ella había sido identificada como una mujer al nacer

Y vivió como tal durante 21 años, pero los doctores determinaron que sus partes masculinas eran más desarrolladas y recomendaron que fuera considerada un hombre.

Esto trastocó la vida e identidad de Herculine, ante la brusquedad del cambio de género

Después de 21 años considerándose mujer, el cambio de género sin ayuda psicológica solo agravó todas sus condiciones.

La sociedad la rechazó de inmediato, llamándola "monstruo", y más nunca consiguió trabajo

Su agonía fue tal, que terminó suicidándose a los 30 años

Su cuerpo fue encontrado en una sucia habitación que alquilaba en París, junto a ella fue hallado un libro donde había escrito sus vivencias y memorias.

Michel Foucalt, filósofo y teórico francés, redescubrió las memorias de Herculine Barbin en 1870

Consideró que la vida de la francesa era una historia llena de tragedia y tristeza que hablaba de cómo una mujer nunca fue verdaderamente aceptada en la sociedad debido a una confusión y a la intolerancia.

En sus memorias Herculine habla del cruel mundo que la echó de lado, y de cómo se sintió traicionada por todos

Aquí hay un pequeño fragmento de lo que escribió

“Tienes que sentirte más compadecido que yo, quizá. Yo sobro sobre todas tus innumerables miserias, participando de la naturaleza de los ángeles, porque, como usted ha dicho, mi lugar no está en su estrecha esfera. Tienes la tierra, yo tengo un espacio ilimitado. Encadenado aquí abajo por los mil lazos de tus sentidos macros, materiales, tus espíritus no pueden sumergirse en ese océano límpido del infinito, donde, perdida por un día en tus áridas orillas, mi alma bebe profundamente”.

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