Esta chica decidió amputarse el brazo luego de que el cáncer la atacara por cuarta vez

Esta chica decidió amputarse el brazo luego de que el cáncer la atacara por cuarta vez39shares

Actualmente, el cáncer es una de las enfermedades más agresivas que está cobrando la vida de millones de personas a lo largo y ancho del mundo, sin distinción de clase social, género, preferencia religiosa o política, ni mucho menos la edad. Cada día se incrementan los diagnósticos en personas jóvenes, a quienes les toca madurar apresuradamente para hacerle frente a la dura batalla física y emocional que se les viene encima.

Hoy el equipo de Buenamente.com te presenta la historia de Joy Arcilla, una luchadora más que ha librado una batalla contra el cáncer por más de 5 años. Esperamos que su historia te haga sonreír, te inspire y te motive a no rendirte. 

Con apenas 21 años, Joy Arcilla lleva desde los 16 luchando contra el cáncer

Ella ha pasando por diferentes tratamientos para contrarrestar un tumor en su brazo que originalmente pensó se trataba de una picada de insecto. Para su pesar, resultó ser un resistente tipo de cáncer el cual no cedió a ninguno de los procedimientos médicos suministrados. Finalmente, tras su cuarta reaparición, decidió ponerle un alto definitivo al asunto, accediendo a la amputación de su brazo. Conoce los detalles sobre su conmovedor testimonio  a continuación.

Una batalla campal contra el cáncer durante cinco años, dejó a esta estudiante con un solo brazo.

Anteriormente, su extremidad lucía gigante, tanto que parecía al marinero más famoso de los dibujos animados: Popeye.

Cuando tenía 16 años cayó en cuenta de una ligera protuberancia en uno de sus brazos.

En esa oportunidad, Joy Arcilla notó por primera vez un pequeño bulto en su bíceps izquierdo, justo en octubre de 2012, que inicialmente asumió como una picadura de insecto.

Al poco tiempo, recibió el diagnóstico que le cambiaría la vida para siempre.

Después de que la marca siguiera creciendo, Arcilla (nacida en Batangas, Filipinas) fue diagnosticada con sarcoma de Ewing, que es cáncer de hueso o tejido blando.

Su primera cirugía ocurrió en abril de 2013, y los médicos le aseguraron que el cáncer había sido extirpado por completo.

Tan sólo bastó un año para que regresara, lo que la obligó a enfrentar 17 extenuantes sesiones de quimioterapia.

Fue un proceso demasiado fuerte para su organismo.

Incapaz de hacerle frente física y emocionalmente a los múltiples efectos colaterales de la quimioterapia, Arcilla detuvo el tratamiento, lo que provocó que la masa creciera más que nunca.

Agotó todas las posibilidades médicas y "alternativas".

Después de probarlo todo, el tumor regresó cuatro veces. A causa de esto, Arcilla tomó la drástica decisión de amputarse el brazo izquierdo completo en diciembre de 2017.

Ella comentó sobre su caso lo siguiente:

"Noté que había un nudo en mi brazo izquierdo, pero pensé que solo era una picadura de insecto, así que lo ignoré, pero después de semanas y meses me di cuenta de que no se había ido y parecía que se estaba volviendo más grande. Fue duro pero no doloroso. Descubrí que tenía cáncer, tenía miedo, lloraba. Pensaba en mi futuro, en todo. Dejé de estudiar para poder concentrarme en mi tratamiento".

Durante su primer ciclo de quimioterapia, ella sólo pudo tolerar hasta la quinta sesión.

Comenzó a presentar un cuadro de debilidad extrema y tuvieron que ser detenidas. Al respecto explicó: "A la quinta o sexta sesión de mi quimioterapia, me molestó porque era demasiado dolorosa física, emocional y mentalmente".

Esto produjo que la masa volviera a crecer en 2015, lo que la obligó a someterse a más cirugías y quimioterapia.

Hasta que reapareció por cuarta vez en 2017.

No fue una decisión tomada a la ligera.

Hablando sobre su decisión de amputar, Arcilla dijo: "Probé todas las medicinas alternativas, me volví súper estricta con mi dieta, cambié mi estilo de vida, comí verduras y frutas. Nuevamente el cáncer regresó y fue más agresivo. Me di cuenta de que mi brazo izquierdo tendría que ser cortado, lo cual hicimos el año pasado. Si me sentí triste, pero tenía que hacerse para evitar que el cáncer se extendiera a otras partes de mi cuerpo".

Dijo también: "Hubo momentos que me sentía deprimida. Pero con el amor y el apoyo de la familia, lo logré."

Joy abandonó la escuela durante su tratamiento, pero ahora está estudiando una Licenciatura en Administración de Empresas. Afirma que finalmente puede hacer la enfermedad a un lado del resto de su vida. Agrego además: "La inspiración para mí fue ver a otros niños en el hospital, a pesar de todo felices y riendo con sonrisas en sus rostros".

Aunque no es la misma de antes, se siente fortalecida por todas las experiencias vividas en el proceso.

Progresivamente retoma en ritmo de una vida normal, llena de buena salud y sueños por realizar.

Su valiente testimonio de vida es digno de admiración.

Larga vida para ti, Joy.

¿Qué hubieses hecho tú frente a una situación como ésta? COMENTA y COMPARTE con tus amigos esta asombrosa historia de vida.

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