En pleno pasillo del hospital, así fue la llegada al mundo de mi sexto bebé

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La maternidad es una experiencia maravillosa, pero mientras más se acerca la llegada del bebé, el temor en las mujeres sobre cómo será el parto y las complicaciones que pudiesen surgir se incrementa exponencialmente. No importa si es el primero o el tercero; lo cierto es que para traer un bebé al mundo se requiere de mucho valor, serenidad y paciencia, además de confianza en que el cuerpo sabrá qué hacer llegado el momento.

Toda futura madre sueña con que las contracciones comenzarán con suficiente anticipación para acudir al hospital, donde se recibirá la atención médica adecuada. Sorpresivamente, para Jes Hogan, esta vez no ocurrió así. a pesar de que era la sexta ocasión que pasaba por esta situación. Cuatro días pasaron desde que comenzó a dilatar, aunque apenas alcanzó un centímetro. Luego, todo se precipitó, hasta el punto de que su pequeño no aguantó entrar a la sala de parto, sino que nació ¡en medio del pasillo de la sala de emergencias! Para toda la familia, fue el mejor recuerdo que les pudo quedar de ese día. Las imágenes hablan por sí solas. ¿Te animas a verlas?

Para Jes Hogan y su esposo Travies fue una de las experiencias más impresionantes que han vivido hasta ahora.

Todavía más, considerando que era su sexto embarazo y todos sus hijas anteriores habían nacido también por parto natural. Ambos pensaron que podrían anticipar lo suficiente la llegada de su bebé, pero no fue así.

Ocurrió en junio del año pasado en Kansas.

Toda la familia estaba emocionada pues era el primer varón. Luego de esto, definitivamente se convirtió en una experiencia inolvidable.

El alumbramiento sucedió un domingo pero desde el miércoles de esa semana estaba a la expectativa.

Esa noche comenzó a sentir fuertes contracciones, las cuales asoció directamente con la iniciación del trabajo de parto, debido a su experiencia previa.

Sin embargo, fue enviada de regreso a casa porque apenas dilató un centímetro.

Desde que llegó hasta que pasó una hora. Según el equipo de emergencias que le atendió, todavía faltaba mucho para el parto.

Le recomendaron monitorear sus síntomas 

Y así justamente lo hizo.

Llegado el domingo, cuatro días después, todo comenzó sin previo aviso.

La noche de ese día, Jes estaba tranquila en casa descansando, cuando de repente le vino un dolor exageradamente fuerte. Fue allí cuando supo que ahora sí había llegado el momento.

“Travies, creo que ahora es”.

Fueron las palabras que le dijo a su esposo cuando, a continuación, cayó en cuenta que había roto la fuente.

El mayor temor de toda madre se mantenía fijo en su mente: ¡Tendría a su bebé en casa!

Para su buena suerte, Travis mantuvo la calma en todo momento.

Como era bastante tarde, las calles estaban desiertas, así que apenas invirtieron poco menos de 5 minutos en llegar al hospital.

“Cuando nos acercamos al último giro al hospital, comencé a gritar que el bebé estaba por llegar".

“Cuando nos acercamos al último giro al hospital, comencé a gritar que el bebé estaba por llegar. Hizo sonar el claxon rápidamente mientras yo gritaba a través de las contracciones y se metió rápidamente en la unidad de emergencias“.

“Comencé a quitarme los pantalones porque podía sentir que mi cuerpo empujaba la cabeza del bebé”.

“Dios mío, él está aquí’".

“Sé que en este momento dije algo en el sentido de ‘Dios mío, él está aquí’. Luego comencé a quitarme los pantalones porque podía sentir que mi cuerpo empujaba la cabeza del bebé.Todavía tenía las manos en la cabeza del bebé también, así como también en mi espalda mientras nos acostaban. Esa misma enfermera suavemente le quitó la cuerda que estaba flojamente alrededor de su cuello. Llegó al piso justo dentro de la entrada de la sala de emergencias a las 3:38 am. Menos de 5 minutos desde el momento en que rompí fuente en casa".

Como es de suponer, fue el parto más rápido para Jes.

Su bebé fue llamado Maxwell, pesó poco más de 3 kilos y nació con muy buena salud, sin mayores complicaciones. ¡Wow! Todo fue documentado por el fotógrafo Tammy Karin, quien esperaba en la sala de emergencias y presenció todo el hecho.

Sin duda, la vida se abre paso de formas increíbles.

“Fue mi nacimiento más loco, pero también, el más perfecto. No era para nada lo que había planeado, pero terminó sin ninguna intervención, con un bebé saludable y gente increíble de apoyo a nuestro lado. Fue hermoso y siempre amaré cada recuerdo de eso “.

¿Cómo te hubieses sentido tú en su lugar? Deja tus COMENTARIOS y no olvides COMPARTIR esta asombrosa historia con todos tus amigos.

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