Dos Chicos Quedaron Huérfanos Por El Tsunami Mira Lo Que Hacen Ahora Por Los Niños Pobres

Dos Chicos Quedaron Huérfanos Por El Tsunami Mira Lo Que Hacen Ahora Por Los Niños Pobres66shares

Estos hermanos quedaron huérfanos luego del tsunami en el sur de Asia del 2004, uno de los más terribles desastres naturales que jamás haya ocurrido. Un terremoto en el lecho marino del Océano Pacífico originó una sucesión de gigantescas olas de varias decenas de metros que arrasaron las costas de Tailandia, Indonesia y Sri Lanka, los países más golpeados con la feroz catástrofe.

En el desastre perdieron la vida más de 230.000 personas, desapareciendo familias enteras. Además de las víctimas fatales, fueron afectados cientos de miles de sobrevivientes, cuyas ciudades y hogares fueron destruidos por la fuerza del mar. El hecho de que haya golpeado principalmente la zona costera de estas regiones supuso un reto adicional para la reconstrucción, ya que el turismo es la principal fuente de ingresos para muchas de estas poblaciones 

Pero siempre hay personas que sacan los mejor de sí tras experiencias tan horribles como estas,como las que te presentaremos aquí en este artículo de Buenamente.com.

Rob y Paul Forkan, dos hermanos nacidos en Inglaterra, quedaron huérfanos como consecuencia de este desastre

Para honrar la memoria de sus fallecidos padres, quienes eran aficionados al turismo de aventura, los hermanos Forkan empezaron a vender sus pertenencias para utilizar el dinero que obtenían y donarlo a huérfanos de todo el mundo que estaban en situación de necesidad.

Juntos crearon la Fundación Gandys

En ella se  dedican a mejorar la vida de otros niños y niñas que también han quedado huérfanos. Sus obras de caridad rebasan fronteras y están llevando a cabo una campaña para entregar sandalias a los niños huérfanos que no tienen acceso al calzado.

Además de esto, realizan labores de alfabetización en Sri Lanka

Con la intención de darle una oportunidad a los niños y adultos de este pueblo asiático, tan golpeado por la naturaleza.

La intención de Paul y Rob es la de ofrecer apoyo económico y educativo desde Inglaterra a niños huérfanos en Sri Lanka

Recientemente, tuvieron la oportunidad de conocer a dos de estos niños beneficiarios de los programas que ellos dirigen.

Se sintieron muy identificados, ya que también se trataba de hermanos que habían perdido a sus padres

Estos niños era Jordan y Samuel Walker, quienes quedaron huérfanos cuando su mamá y su pequeño hermano fallecieron

Conocer a estos niños los inspiró a seguir con su labor

Los Forkan lamentaron que los hermanitos tuvieran que enfrentarse a tantas dificultades desde temprana edad. Ambos se comprometieron a darles todo su apoyo para hacer posible un estable futuro para ellos.

Los hermanos Forkan crearon un fondo de ahorros para que nada les falte a Jordan y Sam, quienes viven con su abuela

La Fundación Gandys busca seguir creciendo para continuar ayudando a niños y jóvenes a que se desarrollen con mejores condiciones 

Por ejemplo, dándoles un mejor acceso a la educación

Paul y Rob te cuentan parte de la trágica historia que vivieron en 2004 

"A mi hermano Paul no le gusta levantarse temprano, así que fui el primero en darme cuenta de que la habitación estaba inundada por agua. Estaba oscuro, a diferencia del mar cristalino que veíamos a pocos metros de nuestro bungalow en el hotel al sur de Sri Lanka. 'Oh, bueno, una marea inusualmente alta', pensé, moviendo un bolso con mis cosas a una silla"

La familia entera se encontraba en la zona

"Eran las 8 a.m., mamá y papá estaban con nuestros hermanos y hermanas menores en un bungalow aún más cercano al mar".

"No nos percatamos de la catástrofe que se nos aproximaba"

"Para nosotros era un día de natación y surf y, posiblemente, un viaje a la ciudad local, Weligama".

Un efecto inesperado

"Después de ponerme mi traje de baño, noté que el agua en la habitación estaba retrocediendo por debajo de la puerta, como si alguien hubiera sacado el tapón de una bañera gigante".

Un momento que marcó sus vidas

"Hubo un súbito silencio misterioso. Sin cantos de pájaros, sin el flujo y reflujo rítmico que se siente de las olas del mar. Entonces empezamos a escuchar a la gente gritar".


La confusión del momento se hizo dolor

"Una pareja de ancianos italianos que se alojaba en un edificio de dos pisos detrás del nuestro estaba afuera en su balcón, apuntando hacia el mar, En ese instante, escuché un ruido sordo. Algo estaba viniendo, algo vasto y poderoso. Cuando el suelo comenzó a vibrar, le grité a Paul: '¡Muévete, muévete, muévete!'".

Un estruendo irrumpió el ambiente

"Una pared de agua se estrelló contra nuestro bungalow, chocando contra la ventana y arrojando fragmentos de vidrio a través de mi brazo".

Enfrentaron un poder sin igual

"Luchando por mantenernos erguidos, observamos, impotentes, cómo el torrente arrancaba el fregadero de la pared, sacaba la puerta de sus bisagras y convertía los muebles a nuestro alrededor en chatarra".

"El agua estaba ahora a la altura de mi cintura y seguía en aumento"

"Utilizando toda nuestra fuerza, Paul y yo, de alguna manera, nos las arreglamos para salir de la puerta y trepar al techo. En cuestión de segundos, el agua había subido tan alto, que estaba arrancando tejas justo debajo de nuestros pies descalzos. A nuestro alrededor, los edificios se hundieron bajo el agua y los árboles desraizados se convirtieron en arietes letales".

Tan rápido como había comenzado, la oleada de pronto se detuvo 

"Pero el agua se mantuvo, junto con una alfombra flotante de tumbonas rotas y otros desechos. Algo me llamó la atención de repente en uno de los árboles que bordeaban la playa. Era un niño pequeño que se aferraba a las ramas a unos pocos pies por encima de la línea de flotación. ¡Era mi hermano Mattie, de 12 años! Comencé a nadar hacia él, a una distancia de aproximadamente 45 metros, pero al hacerlo, el agua comenzó a retirarse hacia el mar otra vez. Pero logré llegar. Mattie tenía una profunda herida en la frente. '¿Dónde están mamá y papá?' gritó, mientras yo me aferraba a las ramas". 

"No sabía entonces que habíamos sobrevivido a un tsunami" 

"Parecía más como una explosión atómica. Fuera lo que fuera, sabía entonces que estábamos enfrentando la lucha de nuestras vidas para sobrevivir.'¿A dónde fueron mamá y papá?', le pregunté a Mattie, mientras lo ayudaba a bajar del árbol. 'No sé', dijo. 'Nos sacaron a Rosie y a mí de la habitación y me subieron al árbol', apreté mis dedos y deje a Mattie con una pareja de ancianos". 

"Mi hermano Paúl y yo fuimos a buscar a nuestros padres"

"Su bungalow era un desastre. El único rastro de ellos era un cheque de viajero y el teléfono empapado de papá. Afuera, la gente comenzaba a salir. Parecían zombies vagando por los restos de un mundo destruido. Algunos gritaban, otros lloraban".

En búsqueda de un lugar seguro

"Recogimos a Mattie, nos dirigimos hacia el interior, a lo largo de una vía férrea retorcida, en busca de ayuda. No pasó mucho tiempo antes de que nos encontráramos con el primer cuerpo, parcialmente sumergido en el agua. Entonces, aparecieron más y más de ellos".

 Había cientos de personas en estado de pánico

"Desde entonces, me he preguntado cómo nos las arreglamos para mantener la cabeza fría cuando la mayoría de los adultos que conocimos había colapsado. Creo que fue por nuestros viajes a la India, donde regularmente habíamos estado expuestos al extremo sufrimiento humano".

Lograron encontrar a su hermana menor y la última sobreviviente familiar

Niños del Tsunami. Nuestro viaje de la supervivencia al éxito. Los hermanos Gandy.
"El agua había comenzado a secarse, revelando aún más horrores. En la playa, una joven pareja corrió a preguntar si teníamos una hermana. Mi corazón comenzó a acelerarse. 'Hay una niña en el albergue de surf por allí', dijeron. Corrí adentro y encontré a Rosie bajando unas escaleras. Ella se arrojó a mis brazos y lloró".

Había cuerpos por todos lados

"Nueve horas después de que la ola había golpeado, me dirigí al hospital de la ciudad. Fuera, había un área del tamaño de varias canchas de fútbol, llena de bultos de materiales amontonados en hileras irregulares. Cuando me acerqué, me di cuenta de que todos eran cuerpos".

"Un hombre blanco con una camiseta sucia y pantalones cortos se me acercó"

"'Muchachos, lo siento mucho, pero parece que han encontrado a tu padre', dijo. 'Estaba en la fábrica de hielo al lado del hotel'. Rompimos a llorar. Sabía en mi corazón que era cierto, pero no quería ver el cuerpo. Habría eliminado toda mi esperanza, y los más jóvenes, en particular, necesitaban esperanza para seguir adelante.

Una visión del más allá

"Luego, cuando Paul y yo volvimos a la mezquita para recoger a los otros, vimos a nuestra madre en la ventana de un autobús. Simultáneamente, gritamos '¡Mamá!' La adrenalina y el alivio se apoderaron de mí, mientras corría detrás del autobús, gritándole al conductor que se detuviera".

"Nuestra madre está aquí", le dijimos sin aliento

"Abrió la puerta y corrimos por el pasillo, pero mamá no estaba a la vista. No pudimos entenderlo. La habíamos visto claramente, sin embargo, nadie en el autobús se parecía remotamente a ella. Luego nos sentamos al borde de la carretera y lloramos durante horas".

De esta historia y esta terrible catástrofe nació esta loable misión de Paul y Rob

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