Criptosporidium, el parásito incurable que ataca sin piedad a nadadores en las piscinas

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Piel muerta, cabello, sudor, e incluso fluidos corporales se abren paso dentro del agua cuando nadamos. “Los adultos desprenden un aproximado de 0.14g de sustancias fecales con cada nado, lo que sería equivalente al peso de un guisante,” dijo Kelly Reynolds, profesora y especialista en gérmenes en la Universidad de Arizona. Sin embargo, la suciedad y los fluidos del cuerpo no siempre suponen un peligro para otros nadadores ya que los gérmenes suelen ser inofensivos. 

Es cierto que el cloro que se usa en las piscinas también hace que las bacterias, los virus y otros gérmenes sean menos peligrosos. Pero desafortunadamente, existen algunos agentes patógenos extremadamente agresivos que podrían ser una seria amenaza para la salud de los nadadores. Estos se abren camino en el agua de las piscinas, infectando a su vez a otros nadadores.

Puede resultar riesgoso ir a nadar después de sufrir un cuadro diarreico.

Una vez que el cuerpo haya sanado, la persona debe evitar ir a nadar por dos semanas. “Incluso si te sientes mejor y no tienes síntomas, aún podrías estar desprendiendo miles y hasta millones de gérmenes provenientes de las heces dentro del agua,” dijo la profesora Reynolds. Además debes ducharte antes de meterte a nadar y asegurarte de no tragar agua.

Estudios reveladores.

Un preocupante estudio realizado en los Estados Unidos reveló que la mayoría de las personas no se adhieren a estas reglas. Uno de cada cuatro adultos asiste a piscinas públicas a pesar de estar pasando por un cuadro agudo de diarrea. La mitad de los encuestados también admitieron que muy pocas veces y nunca se duchan antes de entrar a una piscina, y tres de cinco adultos dijo que han tragado agua mientras nadan.

La situación actual en los Estados Unidos muestra lo peligroso que es no seguir estas reglas.

Por ejemplo, las prácticas de higiene deficientes pueden desencadenar una enfermedad no tratable conocida como criptosporidium. En la que los parásitos son trasmitidos de persona a persona a través del agua de la piscina. Si tragas agua y/o tienes un sistema inmune débil, te estarías poniendo en riesgo. Las personas infectadas sufren síntomas como fiebre, diarrea, pérdida de apetito, dolor de estómago, y pérdida de peso por más de dos semanas. No existe cura para esta enfermedad.

Los parásitos poseen una resistente capa exterior. 

Gracias a la cual pueden sobrevivir por hasta más de 10 días en agua clorada. Pero no sólo el cripto representa una amenaza para los nadadores, otros agentes patógenos que causan diarrea pueden trasmitirse a través del agua. Esto incluye virus como la hepatitis A, E.coli, y la bacteria tifoidea. Estos gérmenes pueden ser trasmitidos de manera oral a través del agua, superficies o comida contaminada.

Es importante permanecer alerta...

Pues hay muchos otros riesgos de salud presentes en las piscinas.

Pie de atleta.

Este es un problema que puede ser evitado simplemente usando sandalias en los alrededores de la piscina y secando con regularidad la piel entre los dedos de los pies.

Conjuntivitis.

También llamada (conjuntivitis aguda) provocada por el agua clorada es también un problema frecuente después de nadar. Por esa razón se recomienda el uso de visores cada vez que se vaya a sumergir en el agua.

Dermatitis.

Esta es otra enfermedad contagiosa que puede ser encontrada en piscinas. Después de un período de incubación de más de ocho días, esta condición puede provocar inflamación de la boca y la garganta, ampollas, infecciones de oído, y erupciones cutáneas.

Las mujeres deben ser especialmente cuidadosas...

Debido a la micosis vaginal y a infecciones en la vejiga. Para evitar estos problemas, asegúrate de lavar o cambiarte el traje de baño después de ir a la piscina. También debes evitar llevar puesto tu traje de baño húmedo por demasiado tiempo.

¡Sigue las normas y mantente a salvo!

Así que, ahora conoces las normas que debes seguir si no quieres enfrentarte a una de estas desagradables sorpresas. Sólo debes ducharte antes y evitar ir a nadar por varias semanas después de una enfermedad te ayudará a estar seguro de que tanto tú como tus compañeros bañistas estarán sanos. ¡Ahora ve a nadar seguro y pásala bien!

Nadar puede ser muy beneficioso para la salud.

Siempre y cuando se practique con conciencia.

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