Aprende cómo ayudar a los más pequeños a afrontar un duelo

Aprende cómo ayudar a los más pequeños a afrontar un duelo0shares

Algo que nunca queremos enfrentar sin importar nuestra edad es la partida definitiva de un ser querido. Sin embargo, la muerte es parte del proceso de la vida y debemos aprender a sobrellevarla. Claro está, como adultos conscientes puede resultar muy duro, pero aún así es mucho más fácil de lo que le resulta a los niños para quienes muchas veces el concepto de la muerte resulta además demasiado abstracto y ajeno.  

Aún así, es muy posible que la mayoría de ellos tenga que enfrentarse a la partida de alguien cercano a ellos, como una mascota muy amada o los abuelitos, e incluso la madre, el padre o algún otro familiar cercano. 

Desde luego, los adultos que estamos a su alrededor no podemos esperar que asuman esto como una persona mayor, ¿pero como manejarlo para ayudarle a llevar su dolor de una forma sana? 

En este artículo hemos recopilado una información que puede resultar de utilidad en un momento como ese. 

Una edad de apegos

Recordemos que durante la infancia, los niños aprenden a desarrollar sus lazos en base a las distintas experiencias que viven diariamente. El duelo para ellos se refiere a perder un juguete o la ausencia de mamá mientras están en la guardería, por lo que algo más grande les resulta demasiado duro. 

¿Qué es la muerte para los niños?

Este concepto varía mucho dependiendo de la religión y educación del pequeño, pero existe un factor psicológico y emocional común que nos permite establecer una idea general basándonos en las edades y etapas de los niños. 

Entre los 3 y 4 años de edad

Para ellos no existe un significado de la muerte como algo definible, más allá de una ausencia que suponen que será pasajera, por lo que constantemente preguntan cuando volverá la persona fallecida. 

Entre los 5 y 10 años de edad

Para estos pequeños la parte más complicada es comprender que esto puede suceder a cualquiera, ya que para ellos esto solo le sucede a los demás y no a sus familiares. 

Después de los 10 años


Aquí es cuando el concepto de la muerte comienza a adquirir forma y su preocupación por el bienestar de sus seres queridos comienza a ser su principal preocupación. Perder a un ser querido puede generarles ira, cambios de humor y tristeza. 

Sea cual sea su edad, es importante estar allí para ellos, y darles su espacio y tiempo para reponerse

Y sobre todo, respetar su dolor, explicándole que con el tiempo se sentirá mejor pues la tristeza se irá sanado

Es importante en este momento que el adulto reconozca como manifiestan el duelo los niños y adolescentes. Estas son algunas señales comunes

Presentan confusión por la ausencia de esta persona llegando a pensar que los han abandonado, por lo cual sentirá mucha rabia

Esta ira puede estar dirigida a la persona fallecida o a algún miembro de la familia cercano a él, incluso puede culparse de la muerte 

Se verá atacado por frecuentes pesadillas e incluso podría manifestar un retroceso en su desarrollo cognitivo, como hablar como bebé

Tristeza, miedo a perder a los familiares que aún viven o a quedarse solo, incluso padecer de insomnio, anorexia o falta de motivación 

Algunas señales pueden indicarte que el proceso de duelo no está resultando y por el contrario se está complicando, algunas de estas son 

Mantener una relación imaginaria con la persona fallecida, idealizándola o incluso negando su muerte de forma contundente

Asumir el rol de la persona fallecida, especialmente si se trata de un progenitor, o por el contrario mostrarse más vulnerable o agresivo

No querer asistir a la escuela y perder el interés por las actividades que antes solían resultarle muy agradables

El duelo en los niños se presenta en tres etapas.  Al principio existe una protesta en la que el niño reclama el regreso de la persona fallecida

Luego, pierde la esperanza del regreso de esta persona y se va resignando poco a poco, pasando por la confusión y la tristeza

Finalmente, termina por enfriar el vínculo con la persona fallecida y reinicia su contacto con el mundo que le rodea

¿Cómo podemos ayudarles a afrontar el duelo? Primero debemos pensar como daremos esta información, tomando en cuenta su edad

Al comunicar sobre el fallecimiento debe ser uno de sus progenitores quien dé la noticia, usando siempre palabras concretas, como "ha muerto" 

Elegir un lugar adecuado y tranquilo. Si existía una enfermedad terminal, es recomendable ir preparando al niño para este suceso

Dejarlos ver el cuerpo y participar de los ritos funerarios si él lo desea, puede ayudarlo a dar un último adiós

Dejarlo llorar y expresar sus emociones, demostrándole siempre que no está solo en este proceso

Llevarlos poco a poco a retomar la rutina, para ayudarlo a asimilar la continuidad de su vida, respetando su edad e identidad

Finalmente, puedes buscar la ayuda de un profesional. No olvides compartir esta información con quien creas que pueda necesitarla

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