7 Terribles conductas que nunca debes ignorar en tu hijo. ¡Podrían ser señales de auxilio!

7 Terribles conductas que nunca debes ignorar en tu hijo. ¡Podrían ser señales de auxilio!256shares

En ocasiones, los niños pueden desafiar los nervios de sus padres con sus berrinches, constantes preguntas e hiperactividad; algo bastante normal. Pero si algunas cosas empiezan a repetirse con mucha frecuencia y empiezas a notar algo extraño en la conducta de tu pequeño, entonces es hora de que les prestes un poco más de atención.

Los expertos aseguran que existen ciertas características y conductas que los padres deben tener en cuenta a la hora de evaluar el comportamiento de sus hijos. A continuación, te dejamos 7 terribles hábitos que no deben ignorarse, sino deseas que tu hijo tenga problemas en el futuro.

Si no sabías que estas conductas podrían ser señal de que algo marcha mal en tu pequeño, entonces COMPARTE esta nota con tus amigos, ellos también deben saberlo. Tampoco olvides dejarnos tu opinión en los COMENTARIOS, aquí en Buenamente.com nos encantaría saber lo que piensas.

¿Cómo sabes que debe interferir?

Como sabemos, es normal que los niños tomen ciertas conductas de vez en cuando. Pero presta atención a las siguientes características, ya que son señales de que el problema no se solucionará solo:

  • Te resulta difícil controlar la situación.
  • Tu pequeño tiene problemas de sueño, alimentación e higiene.
  • El comportamiento de tu hijo cambio de manera repentina y sin ninguna razón.
  • El comportamiento se prolonga por más de un mes.
  • El pequeño tiene problemas en la escuela.
  • Tus amistades sufren por el comportamiento de tu hijo.

¡Aquí te dejamos las 7 conductas que nunca debes ignorar!

1. La incapacidad de entretenerse a sí mismos de manera adecuada.

Durante un experimento, La psicóloga infantil rusa Katerina Murashova mantuvo a 68 adolescentes (entre 12-18 años) encerrados a una habitación sin amigos ni ningún dispositivo. Solo 3 de ellos lograron superar la prueba, mientras que el resto se sintió realmente mal. Los niños deben aprender a ser autosuficientes, ya que de lo contrario no podrán concentrarse en sus propios sentimientos. Ocasionando, una vez que lleguen a la vida adulta, que sufran de ataques de pánico por cualquier cosa.

¿Qué hacer?

Pasa más tiempo con tu hijo. Está bien que permitas que usen dispositivos electrónicos, pero establece un límite. Ayúdalos a descubrir lo que les gusta y lo que no. Y encuentra un pasatiempo que les guste que no involucre teléfonos, tabletas, computadoras o televisores.

2. Incapacidad para perdonar.

Los niños generalmente no saben cómo superar una situación conflictiva y es deber de los padres enseñarles a defenderse. Sin embargo, también deben aprender a dejar ir todas las emociones negativas. Si un niño siempre intenta vengarse, entonces es una señal de que debes preocuparte.

¿Qué hacer?

Enséñale a tu hijo lo que es el perdón y actúa como modelo. Asegúrate de que comprendan sus propios sentimientos y el de las otras personas, para que así puedan descubrir las causas del conflicto y puedan salir de situaciones desagradable sin tener la necesidad de vengarse.

3. Manipulación.

El niño de la imagen, se subió hasta allí y empezó a gritarle a sus padres. En ocasiones, los niños pueden manipular fácilmente a sus padres para obtener lo que quieren. Ya sea llorando en el supermercado, poniéndose en peligro o haciendo todo lo contrario de lo que se le dice. Estos pequeños no saben construir relaciones sanas y pueden tener serios problemas en el futuro.

¿Qué hacer?

Aprende a distinguir los caprichos de tu hijo. Generalmente, los niños empiezan a manipular a sus padres para recibir más atención de los mismos. Por lo que es muy importante que pases tiempo con ellos y mantén la calma: no recurras a regaños para obtener la conducta que deseas.

4. Actos espontáneos.

La espontaneidad en los niños es linda, siempre y cuando no incluya un sartén caliente, barro y desastres en casa. Los niños que hablan y actúan sin pensar pueden tomar acciones muy desagradables. En estos casos, los padres deben enseñarle a sus pequeños a pensar en las consecuencias de sus acciones.

¿Qué hacer?

Respira profundo y mantén la calma. Analiza las acciones de tu hijo y averigua el motivo por el cual hicieron eso. Permita que descubran las consecuencias de sus acciones y enséñales autocontrol, estableciendo reglas para cuando actúen de manera impulsiva.

5. Irresponsabilidad.

En ocasiones, los niños pueden culpar a quienes lo rodean de sus acciones. En estos casos, los padres deben intervenir, ya que todos deben aprender asumir la responsabilidad de sus acciones.

¿Qué hacer?

Enséñale a tu hijo a ser responsable aumentando gradualmente los límites. Empieza a decirles las consecuencias de un mal comportamiento y los castigos de las mentiras.

6. Miedo al cambio.

Los niños mayores deberían ser capaces de adaptarse a los cambios y aceptarlos. El mundo se encuentra en constante cambio, por lo que es necesario desarrollar esta habilidad. Si un niño va al parque, pero llora cuando empieza a ir a otro parque, entonces debes empezar a prestarle atención a ese comportamiento.

¿Qué hacer?

Es importante hablar con los niños sobre los cambios y explicarles lo que va a suceder. Intenta acompañarlos lo más que pueda, ya que los pequeños enfrentan mejor los cambios con alguien de su lado. Sé compresivo y recuerda que no todos los niños podrán asumir los desafíos de la misma manera que tú.

7. Terquedad.

Es bueno que intenten defender sus puntos de vista si pueden comprometerse. Pero los padres deben enseñarles a sus hijos a reconocer cuándo sus puntos de vista pueden estar equivocados y orientarlos a la mejor decisión.

¿Qué hacer?

Intenta comprender los sentimientos de tu hijo. Pero enséñales a comprender también los sentimientos de los demás. Es importante que ellos sepan exactamente lo que tienen permitido hacer y lo que no. Mantén la calma y encuentra un enfoque positivo para hacerlos cambiar de parecer.

No temas en recurrir a un psicólogo en los casos en que no puedas arreglártelas solo.

Todos los niños son diferentes y eso no definirá tu capacidad como padre.

Y tú, ¿qué opinas al respecto?

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