15 Resoluciones para Año Nuevo que la mayoría se propone pero ninguno cumple.

15 Resoluciones para Año Nuevo que la mayoría se propone pero ninguno cumple.0shares

Cuando nos acercamos al final de cada año, muchas son las cosas que pasan por nuestra mente y diversas son las costumbres que se estilan para recibir cada año venidero. Sin duda alguna, una de las actividades que más llama la atención es revisar en cuáles aspectos de nuestra vida sería bueno mejorar y, a partir de allí, hacemos las famosas "listas de propósitos de año nuevo". No cabe duda que es una de las tradiciones que, no importa el tiempo que pase, se mantiene entre las preferidas.

Sin embargo, eso no quiere decir que realmente se ponga atención en ellas. Por consiguiente, lo que es común también es que todo quede simplemente en el papel pues, no habiéndose terminado ni siquiera enero, cuando ya muchos de ellos se han ido por la borda sin vuelta atrás. 

No te sientas mal si has pasado por esto alguna vez, ni tampoco te avergüences de lo que has escrito allí. La mayoría son recurrentes a tal punto que sería divertido ver quién llega más lejos, a ver si así al menos duramos más tiempo antes de abandonar la lucha. Pero si lo dudas, acá en Buenamente.com te presentamos las 15 resoluciones de Año Nuevo más frecuentes y que generalmente no se cumplen en lo más mínimo. Lamentablemente, la vida no es tan simple como escribir las cosas para que se cumplan porque, de ser así, ¡qué no hubiéramos hecho! Diviértete un poco viendo cuáles de éstas están dentro de la tuya de este 2018.

1. Comenzar a ahorrar.

Este es uno de los más comunes pero justamente por eso el que menos se cumple. En teoría quizás suena bastante interesante y fácil, pero a medida que pasa el tiempo se va volviendo más y más cuesta arriba, principalmente cuando salen al mercado un sinfín de productos que anhelamos, como por ejemplo celulares de última generación; sin contar además con las salidas de fines de semana para aliviar las cargas del trabajo, los regalos a los amigos, entre otras cosas. Cuando caemos en cuenta, llegó nuevamente fin de año y no tenemos ni un sólo céntimo de respaldo.

2. Alcanzar el peso ideal.

Más aún después de todos los excesos cometidos en las festividades navideñas. Sin embargo, eso no nos hace más fuertes ante la penosa tarea de madrugar para hacer ejercicio, bien sea en casa o en otro lugar, para después seguir con nuestra rutina diaria. Es un noble propósito pero la mayoría no cumple ni siquiera un mes de este duro régimen.

3. Asistir con regularidad al gimnasio.

Para los administradores de los gimnasios, enero es el mejor mes de todos. Hay quienes llegan incluso a pagar varios meses por adelantados, como medida de presión personal para no darse por vencidos. A pesar de ello, el cansancio del trabajo más el resto de las responsabilidades, sin dejar de lado por supuesto lo adolorido que quedamos tras soportar la primera semana yendo, hacen que en un abrir y cerrar de ojos quede todo en el olvido.

4. Madrugar.

Dice el dicho popular que "al que madruga, Dios lo ayuda"; y seguramente es porque cuesta tanto que es lo menos que se merecen. Hay que hacer un esfuerzo casi sobrehumano para dejar la comodidad de nuestra cama un poco antes de lo acostumbrado. Por más alarmas que pongamos, es demasiado difícil. Por eso, no importa las veces que aparezca en nuestra lista, jamás le ponemos el empeño.

5. Estresarse menos.

Entre tantas cosas qué atender, es necesario pero muy complicado no estresarse pues, en vez de disminuir nuestras tareas, lo que sucede es que nos sobrecargamos con actividades que vuelven difícil mantenerse relajado.

6. Viajar con más frecuencia.

Uno de los motivos para ahorrar suele ser éste. Quisiéramos conocer tantos lugares en el mundo, incluso de nuestro propio país, que nos emociona la idea de poderlos visitar. Sin embargo, cuando caemos en cuenta de que nuestra cuenta está en cero, automáticamente esas ganas se desvanecen.

7. Abandonar alguno de nuestros vicios.

Fumar, consumir alcohol, salir de parranda, e incluso tomar refrescos; cualquier cosa que hacemos a pesar de saber que no nos hace bien pero se vuelve inevitable, cabe en esta categoría. Cualquiera que sea, suele gustarnos tanto que por eso no tomamos la determinación suficiente para abandonarlo.

8. Ser más organizados.

Tanto en la oficina como en la casa. Lamentablemente, pareciese que por arte de magia las cosas se fueran acumulando sin control, sin haber nada más que hacer.

9. Ponerle más empeño a los estudios.

Es una noble iniciativa. Sólo que si el álgebra o historia no se te da, tendrás que esforzarte enormemente para asimilarlas y, al no ver resultados rápidamente, tu voluntad se esfuma.

10. Pasar más tiempo con la familia y los amigos.

¿Quién no quisiera poder cumplir con esto? Con frecuencia le damos prioridad al trabajo, dejando de lado a los seres queridos que siempre están ahí, apoyando y que también necesitan de un tiempo de calidad. Sólo que compaginar todas las agendas para verse es una tarea interminable, lo cual hace que procuremos evitarlo lo más posible.

11. Mejorar nuestros hábitos alimenticios.

En estos tiempos de onda fitness, esta resolución cobra mayor fuerza. Cerramos los ojos y nos imaginamos con un abdomen de acero mientras comemos una rica ensalada, pero al volver a la realidad, caemos en la tentación en la primera oportunidad que se nos cruza por el frente una suculenta hamburguesa o deliciosa pizza.

12. Leer con regularidad.

Todos sabemos lo importante que es el hábito de la lectura, aunque eso no signifique que puedan incluirlo entre sus actividades cotidianas. Por lo general, el libro seleccionado pasa semanas en nuestra mesa de noche, hasta que hacemos limpieza general y vuelve nuevamente al estante de donde salió, como un adorno más.

13. Dormirse más temprano.

Estamos conscientes del mal que nos hace desvelarnos. Pero, a pesar de lo agotado que quedamos luego, a veces no tenemos otra opción. Sino, ¿a qué hora nos actualizaríamos de lo que hacen nuestros amigos por sus redes sociales? o ¿a qué hora regresaríamos de la salida del fin de semana? ¡Ni hablar con este propósito!

14. Aprender algo nuevo.

A veces tenemos tiempo para aprender cosas diferentes pero simplemente lo empleamos en algo que no es productivo. Vemos interesante cocinar, aprender otro idioma, practicar yoga... Sin embargo, el furor suele durar poco.

15. Mantener las deudas en cero.

La mayoría coincidiría en que es casi una utopía, porque más tarda en salir a la venta un nuevo dispositivo electrónico, que nosotros en encontrar la forma de poseerlo. Habría que aislarse por completo del mundo para cumplirlo.

¿Has cumplido tu lista de resoluciones alguna vez? Deja tus COMENTARIOS y no olvides COMPARTIR esta curiosa nota con todos tus amigos a ver que tal les ha ido a ellos.

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