10 Víctimas de violación comparten sus impactantes historias en un increíble documental

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Aunque nos cueste creer, las historias de violaciones son mucho más comunes de lo que nos gustaría aceptar. Lo cierto, es que muchas personas son violadas por familiares, esposos, amigos y desconocidos todos los días, sólo que prefieren guardar el silencio por miedo y/o vergüenza.

Sin embargo, ¿consideras justo tener que callar algo tan terrible y ver a la persona que lo hizo libre por la calle? ¡Claro que no! Por eso, debemos invitar a las personas a abrirse sobre estos capítulos de sus vidas con el fin de ayudarlas e impartir un poco de justicia.

Recientemente, diez víctimas de violación, nueve mujeres y un hombre, contaron sus historias en una impactante e innovadora película de Channel 5 llamada "Raped: My Story" (Violado: Mi Historia). Estamos seguros que muchas personas quedarán conmocionadas al escuchar estos relatos.

¡Sigue leyendo para saber más al respecto! No olvides COMPARTIR esta impactante nota con tus amigos y dejarnos tu opinión al respecto en los COMENTARIOS.

Diez víctimas de violación, diez historias muy diferentes.

Elizabeth fue violada por su esposo el día de su boda. Él la condujo a un baño, a solo unos pies de distancia de las celebraciones, y la sometió a un acto sexual degradante que ella no aceptó.

"Se suponía que era el mejor día de mi vida", dice. "Ahora miro hacia atrás y pienso: ¿Por qué no grité?, pero no pude. Mi familia y mis amigos estaban al otro lado de la puerta, bebiendo champán".

Su esposo continuó abusando sexualmente de ella de la misma manera casi todos los días, durante 27 años. Las únicas veces que se detuvo fue cuando Elizabeth estuvo embarazada.

Nathalie fue violada por un compañero de estudios.

Quién se había ofrecido a acompañarla a su casa después de una fiesta de fin de año en la que había bebido demasiado.

Katie estaba borracha también, y dormida, cuando su atacante la golpeó.

Aún recuerda el horror de despertarse para encontrar a un hombre encima de ella.

Isha sospechaba que su violación ocurriría en cualquier momento.

El hombre mayor a cuyo cuidado se había confiado cuando estaba lejos de su hogar había dejado claro su interés por ella, pero estaba demasiado petrificada por la reacción de su familia como para luchar contra él.

Sam pensó que él era el único hombre en el mundo al que le había ocurrido esto.

Él, un hombre heterosexual, fue violado por otros dos hombres. Lo que más lo angustia es que no pudo defenderse.

Sophie no recuerda nada sobre el evento real y está convencida de que fue drogada.

Su atacante fue un amigo, algo que todavía la conmociona. Ella no creía que un amigo pudiera hacerle eso.

Saffron era virgen cuando la violaron.

Ditto Laura, que se atrevió a denunciar a su atacante, fue considerada como un "testigo poco confiable".

Aunque su agresor está en prisión ahora, no fue por la valentía de Laura al hablar, sino por haber matado a una chica de 18 años.

Sheeva, que tenía 19 años, había tenido relaciones sexuales antes, pero no así.

Él la obligó a hacer cosas que ella no permitiría que nadie hiciera.

A los 34 años, la divorciada Emily pensó que era lo suficientemente inteligente como para cuidar de sí misma cuando comenzó tener citas en línea.

Pero estaba equivocada.

En la ley, aquellos que han sufrido ataques sexuales tienen el derecho de permanecer en el anonimato.

Pero estos diez han renunciado a ese derecho para hablar extensamente sobre lo que les sucedió.

Un detalle desgarrador y sorprendente es que sólo uno de los terribles crímenes de los que se hablan aquí ha resultado en una condena.

Casi increíblemente, una de las víctimas no reportó su violación durante 28 años. Dos nunca se han comunicado con la policía. Por supuesto, la falta de condenas deja una inevitable interrogante sobre los testimonios de las víctimas, y le corresponde al espectador juzgar cómo ve la historia de cada persona.

Pero tanto en pantalla como en persona, lo que dicen estas víctmas resulta convincente y presumiblemente también lo sería en un tribunal.

Pero, ¿por qué no han habido condenas? Sus razones son tan complicadas como variadas. Incluso esas situaciones que parecen sencillas son terriblemente difíciles de explicar, y es importante destacar que esta película sólo cuenta un lado de cada historia.

Dado a que los apellidos no se usaron en la película (por razones legales), es imposible verificar cada una de las historias.

De hecho, un jurado ha declarado que al menos una de las mujeres, Isha, NO ha sido violada categóricamente, dado a que su presunto atacante no fue declarado culpable cuando el caso llegó a los tribunales.

La película nos ofrece una visión de cómo lidiamos con este crimen en particular.

Al final, comprende por qué las tasas de condena son tan bajas (de las 97,000 violaciones estimadas en Gran Bretaña cada año, solo el tres por ciento resulta en un veredicto de culpabilidad).

Sorprendentemente, durante el documental, cada una de las víctimas aborda "su propia culpabilidad" en su violación.

Por ejemplo, Nathalie, una joven inteligente y ahora trabajadora de la ONU, accedió a hablar al respecto:

"Suena tan tonto, pero nunca pensé que yo era el tipo de mujer que sería violada. Sabía cómo funcionaría si lo denunciaba. Yo había estado bebiendo. Algunos de los detalles eran borrosos en mi propia cabeza. Sabía que sería difícil. Sabía que también me tenían que examinar físicamente. No podía soportar eso. No quería que nadie me tocara".

Por otro lado, ella dice que no tenía idea de que estaba en peligro cuando su "amigo" la acompañó a casa después de una fiesta. No fue hasta que estuvo en su dormitorio y se dio la vuelta, viendo al chico desnudo, cuando notó lo que estaba sucediendo.

Nathalie insiste que lo que siguió no fue consensual y se siente angustiada al describirlo.

"Simplemente me quedé allí. No peleé. Seguí enfocándome en su hombro, pensando: 'Por favor, para, por favor, termina'".

Fue entonces cuando huyó a la casa de su novio, descalza e histérica. Todo lo que llegó a decir fue que "había sucedido algo malo". Pero nunca se atrevió a usar la palabra violación. Igualmente, se negó a hablar con la policía y cuando habló con sus amigas, muchas no la apoyaron por completo.

Nathalie cuenta que no llevó el caso a un tribunal dado a que su historia se habría reducido a un "él dijo, ella dijo", como casi todas las historias contadas en esta película.

Por otro lado, Sheva, una mujer claramente brillante y atractiva, de unos 20 años, detalla lo que inequívocamente es una violación.

"Me tomó de la muñeca e hizo cosas que no aceptaría", cuenta la chica.

Sin embargo, ella admite que no vio el acto inmediatamente como una violación. "Le dije a mi amiga que fue una experiencia sexual horrible, pero ella me dijo: 'No, te violó". A diferencia de Nathalie, Sheeva llamó a la policía. Pero, cuando los oficiales llegaron para tomar su declararon, ella se sintió como una criminal.

"Ellos dijeron: '¿cuántas veces dijiste que no?', yo les respondí: '4 o 5 veces'. Algo que ellos contestaron con otra pregunta: '¿estás segura de que lo tienes claro? Muchas chicas se arrepienten...". 

Pero, ¿su denuncia llegó a algo? No, el caso se eliminó por falta de pruebas.

El caso de Laura es un poco más complicado.

Su atacante fue el novio de una amiga, quien la forzó una noche luego de que su amiga se fuera a la cama. La vida de Laura se descarriló después del ataque: la amistad con su amiga terminó y ella acabó tomando anfetaminas para "aguantar el dolor". En poco tiempo, ella estaba sin hogar y durmiendo en la calle. Fue en ese entonces que decidió acudir a la policía para denunciar su violación, pero le dijeron que sus problemas de salud mental la convertían en una testigo "poco confiable".

"Tuve problemas de salud mental porque me violaron", señaló Laura.

Sin embargo, ella logró encarrilar su vida: regresó a la universidad, se graduó, pero dos años después, entró a una tienda y vio la cara de su agresor en la primera página de un periódico: Él había tenido una relación con una joven de 18 y la había apuñalado fatalmente en una discusión. Obviamente, el hecho la puso furiosa:

"Debería haber estado en prisión por lo que me hizo", dice. "¿Por qué no me creyeron? ¿Soy una ciudadana de segunda clase?".

Una de las historias más desgarradoras viene de Elizabeth, una madre de dos niños que calló los abusos de su esposo.

Para el resto de mundo, ellos eran la familia perfecta.

"Fue un padre brillante. Viajamos por el mundo y tuvimos tales aventuras. Los amigos estaban celosos de nuestra relación", cuenta la mujer.

Sin embargo, Elizabeth era tratada como una esclava sexual. Antes de casarse, ella sabía que su pareja tenía gustos sexuales "inusuales", pero no tenía idea de cuánto su gusto por el sexo violento dominaría su matrimonio. 

"No era normal, no, lo sé ahora. Él nunca me besó. No había nada de amor al respecto. Él solo tomaba lo que quería, y de la manera que él lo quería. En general, me quedaba allí tumbada, pensando que cuanto menos escándalo hiciera, más pronto terminaría".

No podemos describir lo que el esposo de Elizabeth hizo, pero basta con decir que ahora esta mujer tiene problemas de salud duraderos y que ha tenido varias operaciones reconstructivas importantes. Ella nunca le dijo nada a nadie, ni siquiera al médico de cabecera cuando le hizo algunas preguntas al respecto.

Durante los primeros días de su matrimonio, este tipo de abuso no habría sido ilegal, pero el cambio de ley en 1991, reconocía la violación dentro del matrimonio. Pero, ni así, consideró ir a la policía. 

"En ese momento, era impensable. No podía hacer que mis hijos fueran a la escuela con personas que les dijeran: 'Tu padre es un violador'".

Lamentablemente, sus hijos lo descubrieron todo. Hace 10 años atrás, Elizabeth llegó a un "punto de crisis" cuando descubrió que su esposo la drogaba con Ketamina y Rohypno para tener relaciones sexuales con ella mientras estaba inconsciente. No siendo suficiente, también filmó las sesiones. Su infierno acabó cuando su marido, de manera totalmente inesperada, se quitó la vida.

"La sensación abrumadora fue de alivio", admite. "Finalmente se terminó"

Otra historia impactante es la de Katie, quien despertó y se vio violada por el hermano de su amigo, después de una agradable tarde "de alcohol" en su casa.

En ese momento, ella también cuestionó su propia complicidad en el ataque.

"Siempre pensé que si era violada, sería el tipo de mujer fuerte que lucharía", dice. "No hay forma de que simplemente me quede allí y lo deje. Pero, entonces descubrí que lo que hacía era más típico de una reacción normal. El cuerpo se apaga. Te congelas y fracasas".

Por fortuna, su atacante fue declarado culpable y sentenciado a 7 años de prisión. Pero Katie cuenta que se llegó a esa sentencia por pura suerte, puesto que el jurado tardó más de un día para llegar al veredicto y no resolvió unánimemente.

Puedes saber más al respecto en el fantástico documental.

Y tú, ¿qué opinas sobre estas historias?

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